He estado 4 dias en la selva, en el parque natural de Manu, a unas 11 horas de Cuzco, el viaje se realiza por unos caminos dejados de la mano de dios, llenos de socabones, desprendimientos y otros muchos obstáculos, pero la verdad que cuando llegas flipas bastante, con el paisaje. La foto no es exactamente de la selva si no del bosque de nubes, que tienes que que atravesar antes de llegar a la selva. El segundo dia descendimos en bote por el rio, una vista espectacular. Por la tarde hicimos una caminata por la selva con nuestro guia de 2 horas, donde vimos algunos animalitos, monos y diferentes aves.
Llamarme miedica si quereis pero yo iba medio acojonadillo, el guia no paraba de enseñarnos diferentes bichos y explicarnos sus fantasticas cualidades; esta hormiga si te pica te quedas parlizado, esta araña tiene un veneno mortal, etc.. yo tenia unas ganas de salir de allí, que pa que, cuando me tocaba una hoja pegaba un salto, esta claro que no estoy hecho para la selva. El siguiente dia hicimos tirolina pasando de árbol en árbol mediante un clave, interesante pero duró muy poco, por la tarde fuimos a una laguna, utilizando canoas de troncos sin motor, una sensación de paz y tranquilidad dentro de la selva .
Lo peor sin duda los mosquitos, hay millones y el repelente funciona los 5 primeros minutos, a partir de ahí a pegarte palmaditas para espantarlos. Es insoportable, y en la habitación no me podia quedar porque hacia una calor terrible.
Así que UNA Y NO MÁS, no creo que vuelva a la selva, al menos en este viaje, que por cierto llega a su mitad.
Ayer fué nochebuena y no pude comunicarme con los mios para felicitarles la navidad, y es que me dejé el mobil en la selva, perdonarme a todos aquellos que me hayan enviado algun mensajito de felicitación y no les haya contestado. De todas maneras felices fiestas a mi familia y a todos aquellos que visitan este humilde blog.
Yo pasé una extraña nochebuena, el plan era cenar en el hostal y después salir de fiesta por alguna de las discotecas que hay por la ciudad. Cuando fuímos a recoger las invitaciones de la discoteca a casa de los dueños de la discoteca, nos enredaron de tal manera que nos tocó ir por leña para hacer una fogata para calentarse, y la leña estaba a tomar por culo y pesaba un.... . Con eso nos ganamos de sobra la invitación para cenar allí. Éramos unas 25 personas a quien más estrambótica, predominaba el estilo rastahippyjamaicanohiphoperolatino, la verdad es que no encajaba mucho en ese lugar pero la gente era muy abierta y cual fué la sorpresa para mi que me tocó trinchar el pavo, mi primer pavo de navidad, allí estaba yo con el cuchillo destrozando al pavo, pero no importaba mucho porque ya todo el mundo iba medio borracho. La fiesta empezó a subir de tono, respecto a las sustancias que circulaban por allí y decidí abandonarla tempranito y irme a dormir al hostal.
Lo mejor fué que desde esa casa se veía la ciudad entera y fué alucinante ver que a las 12 en punto explotaban miles de pequeños fuegos artificiales desde todos los rincones de la ciudad.
1 comentario:
HOLA, leyendo Historias Marginales de Luis Sepúlveda me encuentro con el cuento "TRAS LAS HUELLAS DE FITZCARRALDO" Todo transcurre en la región de MANÚ en la selva amazónica.Pensé que era una invención el lugar y sorpresa encontrarme con el relato de tus vacaciones entre el calor, los bichos y ese paisaje tan extraño para nosotros.Muy entretenido tu viaje. Creo que me gustaría visitar Manu.
Maggie.
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