jueves, 18 de diciembre de 2008
Coronando el Machupicchu
Primero cogí un bus bastante cómodo (25 soles) desde Cuzco a eso de las 21h hasta Santa maria, llegaba a las 4 am y habian dos combi esperando el autobus para llevar a los pasajeros a Santa teresa, son dos horas de viajes (10 soles), al principio iba bastante cómodo pero a medida que iban recogiendo pasajeros por el camino, la cosa fue empeorando, hasta 21 personas que ibamos en una pequeña furgoneta tipo Vannette. Una vez en Santa Teresa me di un pequeño homenaje en las aguas termales (10soles), una gozada, el paisaje es idílico, comí con la compañía de un taxista que me llevaría hasta la estación llamada Hidroelectrica (3 soles), y una vez allí piernas para que os quiero, una caminata de 2 horas por las vias del tren, la hice en compañia de un chico peruano que trabajaba en un hotel de Aguas Calientes. Aquí fué cuando empezamos a cruzarnos con otros turistas que hacian el camino inverso. Se me hizo un poco larga a pesar de que el paisaje es bellísimo pero el peso de la mochila y el sofocante calor me agotaron. Nada más entrar en Aguas Calientes, que es bastante feo (al estilo Benidorm) pero hay que decir que tiene una privilegiada ubicación, nos dirigimos directos a las aguas termales para relajarnos, nada que ver con las de Santa Teresa, estas son más viejas, sucias y no puede competir con el paisaje de Santa Teresa.
Estaba tan agotado que solo queria comer algo, una ducha y a la cama. A eso de las 20 h ya estaba roncando para levantarme a las 5 am. Un ligero desayuno y a empezar la subida que me llevaria a las puertas de machupicchu, fué una hora y media de escalones de piedra entre una espesa vegetacion. Yo inocente de mi empecé subiendo como si fueran las escaleras de mi casa y a los 10 minutos estaba tirando los pulmones por la boca, sudado de pies a cabeza. Me moría. No podia ser tan solo llevaba 10 minutos y estaba totalmente agotado. Sergio piensa un poco estas cerca de los 2490 m de altitud. La solución era ir muy despacito como a cámara lenta y todo cambió, el corazón volvió a su ritmo normal y pude ascender sin problemas.
Me uní a un grupo con un guia e hicimos la visita. La primera vista del Machupicchu ya es impresionante y mágica, pero si subes al punto más alto es cuando te quedas hipnotizado.
Me quedé como una hora observando desde allí arriba el Machupicchu y poniendo en orden mis ideas.
Ha sido un experiéncia genial, me he cargado de energía positiva, ha sido como un saneamiento, una limpieza interior.
Pero es que el viaje de vuelta aún fué mejor, durante la caminata de dos horas por las vias del tren no dejó de llover y el paisaje ganó en belleza y yo me encontraba pletórico de fuerzas y feliz.
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1 comentario:
tnanto debe cambiar estar a esa a altura y rodeado de ese paisaje impresionante que hasta tus comentarios y forma de escribir ha cambiado... t has vuelto como más poético!!!
seguramente será una experiencia única en la vida... ya nos contarás.
aprovechalo todo, disfrutalo, máscalo, mira, fotea, escribe...
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